domingo, 28 de junio de 2009

En cuestión de imagen, ¿quién ganará?

A pocos días de las elecciones federales las preocupaciones en las mentes de los candidatos deben estar altas, y no es para menos, pues están en juego tres años en que pueden ver sus bolsillos repletos de billetes obtenidos gracias a los diversos impuestos que nos vemos obligados a pagar directa o indirectamente.

Si bien es cierto, muchos políticos han acudido a diversas formas para promocionarse y acercarse a los votantes, tratando de convencer si no con propuestas sí con regalos, una de las cosas que aun los candidatos de los diversos partidos en Tabasco han descuidado es su Imagen Pública.

Podemos ver anuncios espectaculares, carteles y promocionales en televisión donde los aspirantes aparecen con su mejor sonrisa, bien maquillados, con blanqueamiento dental y correcciones estéticas gracias a los paquetes computarizados, es una gran decepción verlos en persona.

Y es que la imagen a nivel público de un personaje no sólo se aboca a cómo se ven en cámara o en fotografías. Abarca mucho más, y este descuido se refleja en las conferencias de prensa a la que invitan a los medios, en los mítines que realizan “casa por casa” (lo cual no siempre es así pues sólo hacen reuniones en algunas colonias que cuando ganen espero vuelvan a visitar), en las notas que se ven en los noticieros, en las entrevistas radiofónicas. En todo momento y en cualquier lugar los políticos están expuestos ante personas que pueden decidir si confían o no su voto a determinado candidato.

Lamentablemente en la mayoría de los casos no se cumple la premisa máxima de la imagen pública: la COHERENCIA. Y es que esta palabra que a muchos pueda parecer simple es la clave para que se logre fortalecer la aceptación de aquellos individuos que quieren representarnos en alguno de los diversos cargos del poder, sea este federal, estatal, municipal, incluso hasta dentro de la misma colonia donde vivimos. Todos poseemos una imagen y de ella depende cómo nos perciban y nos traten.

Pero la imagen no sólo se enfoca en lo visual, es más compleja: abarca nuestro comportamiento, nuestra apariencia, lo que decimos y cómo lo decimos, el trato con nuestros semejantes, por mencionar algunos rubros. Por eso debemos preguntarnos si la IMAGEN que proyectamos está reflejando de manera positiva nuestra personalidad y si el mensaje que estamos ofreciendo es el adecuado, pues de ello dependen muchas cosas.

Así que cuando veamos a nuestros candidatos preguntémonos si hay coherencia en su imagen pública y analicemos bien si confiar o no en sus mensajes (visuales, auditivos y corporales). Si ellos como figuras públicas no toman en cuenta eso para llegar a un cargo, imagínense nosotros como simples mortales cuanto más empeño debemos poner.

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